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Tucumán el jardín de las delicias


Además de atesorar un momento clave de la historia argentina, Tucumán invita en plena ciudad al contacto con la naturaleza.
Buena parte de la pequeña  Tucumán está cubierta por densas selvas, que se mezclan con cañaverales y plantaciones de cítricos para ofrecer un paisaje de mil tonos de verde. Este mismo ambiente fue, en 1816, testigo de la declaración de la Independencia nacional. Hoy, su propuesta turística sabe combinar armónicamente todos estos atractivos.
Además del encanto de sus calles y sus grandes espacios verdes, San Miguel de Tucumán guarda buena parte de la historia nacional. La ciudad, de 650 mil habitantes, fue siempre la urbe más importante del Norte argentino, impulsada por la caña de azúcar y los cítricos. El centro es la Plaza Idependencia, con árboles frondosos que rodean a la estatua de "La Libertad", de Lola Mora. Alrededor de la plaza se destacan la Catedral, de estilo neoclásico e inaugurada en 1856; la majestuosa Casa de Gobierno (donde descansan los restos de Alberdi); y la iglesia y convento de San Francisco, que se levanta en un predio que fue de los jesuitas. A una cuadra se levanta la Casa Histórica, donde se declaró la Independencia  en 1816. Y, algo más alejado, el Parque 9 de Julio-diseñado por Carlos Thays el paisajista francés en 1916- tiene 190 hectáreas cubiertas de vegetación, con esculturas clásicas y románticas.