Booking.com

Los 3 imperdibles de San Rafael

Cañon del Atuel

Rastros milenarios, moldeados por el viento y la lluvia, formaron a 37 km de San Rafael el impactante Cañón del Atuel, a 3.500 metros sobre el nivel del mar, alimentado por los glaciares cordilleranos. El cañón, de 67 km de largo y gran riqueza arqueológica, se recorre por la RP 173, paralela al río, donde se levantan raras formaciones de origen volcánico: el Sillón de Rivadavia, Los Viejos, Los Monstruos, El Lagarto, el Museo de Cera.

Aguas abajo, aparece el espejo verde del Dique de Valle Grande. A orillas del Atuel se concentran todos los servicios. En esta zona podes realizar distintas actividades de aventura: windsurf, rafting, canotaje, pesca deportiva, esquí acuático, rappel, tirolesa, trekking, parapente, cabalgatas.

Imperdible: lanzarse en tirolesa sobre el Atuel. La mejor vista del río y el Valle Grande.



Dunas del Nihuil

A 85 km de San Rafael, el Embalse El Nihuil marca el término del Cañón del Atuel. Sobre la margen izquierda, Villa Nihuil ofrece alojamiento y servicios turísticos. Partiendo de esta localidad se puede acceder a las Salinas El Diamante y a las Dunas del Nihuil, un curioso desierto de 30.000 hectáreas formado por la acumulación de toneladas de arena volcánica, en la parte superior del macizo de San Rafael.

Un infinito mar de dunas que se pueden recorrer durante medio día o un día completo en vehículos 4x4, acompañados por expertos tanto para sortear las dificultades del terreno como para evitar daños en este ecosistema único.

Bodegas

Si te gusta el enoturismo no te podés perder las bodegas de San Rafael. Algunas aún en manos de sus fundadores poseen años de historia.

Valentín Bianchi es una de las más tradicionales. En su visita además de recorrer los viñedos y la bodega pueden elegir distintas degustaciones. Además del recorrido básico, se ofrece degustar con un sommelier las líneas Premium de la casa, en un sector circular llamado "la cúpula", donde se conservan las botellas más valiosas por calidad de la cosecha y añejamiento.

Igualmente tradicional, Goyenechea fue fundada por dos hermanos vascos españoles en 1868 y se dedica a la elaboración de vinos finos y champagne, que se exportan a América Latina, Europa y Estados Unidos bajo tres marcas. También aquí las visitas guiadas invitan a conocer la historia de la bodega, además de degustar y comprar vinos.

Algodon Wine Estates, una propiedad con hotel y viñedos al pie de la Sierra Pintada, sala de degustación y cava subterránea para las barricas de roble. Dedicada a elaborar vinos de alta gama, con vista a la cancha de golf, ofrece visitas guiadas, la elaboración de un blend, recorrido de los viñedos y seminario de cata.