Apenas un río manso y los sonidos y perfumes naturales del Parque Unzué separan Gualeguaychú del tradicional punto de partida para llegar a uno de los tres puentes que unen Entre Ríos con Uruguay o para despuntar el ocio en las playas de Ñandubaysal. En ese puñado de casas de fin de semana, cabañas y piletas del complejo Termas del Gualeguaychú, el paraje Manuel Belgrano moldeó su propio destino como atracción turística emergente y dejó de ser un mero lugar de paso a 2,5 km de la ciudad.
Por estos días, el floreciente Pueblo Belgrano prepara sus mejores galas para el 11 y el 12 de noviembre, cuando celebre la Fiesta de las Costumbres Argentinas y, de paso, el 34° aniversario de su creación. Ese hito fundacional fue obra del presbítero Luis Jeannot Sueyro -más conocido en estos pagos como “cura gaucho”- y parte de los primeros vecinos instalados en el extremo menos transitado del puente Méndez Casariego.
El paisaje típico del Litoral también exhibe todo su esplendor en los senderos de trekking que recortan el bosque nativo del Parque Florístico, un humedal resguardado en el extremo noreste del Parque Unzué por el sinuoso cauce del río Gualeguaychú y los arroyos El Zapallo y La Avispa. A su vez, por la ruta 136 -que apunta recta hacia el río Uruguay-, la Reserva Natural Privada El Potrero de San Lorenzo sugiere descubrir otro encantador escenario al aire libre, conformado por esteros, espinales, arenales, un bosque fluvial y un humedal.
Los amables cruces entre turistas y pobladores surgen con naturalidad en cada rincón de Pueblo Belgrano. Se percibe con nitidez entre los quince puestos permanentes de la Feria de Artesanos y Productores -instalada en la plaza principal- y se replica en las áreas de relax del complejo termal y a lo largo de la visita guiada a la finca vitivínicola Altos del Potrero. En la parcela uniforme de una hectárea que ocupa el viñedo, el verde intenso de los varietales viognier, cabernet sauvignon y cabernet franc se fusiona con los matices de la flora y la fauna autóctonas.
Entre los paseos más entretenidos que despegan de Pueblo Belgrano, el camino que se inicia en la avenida Fiorotto rumbo al balneario Ñandubaysal deja atrás la zona urbana para introducir a los visitantes en una agradable atmósfera rural, un módico anticipo de la propuesta de senderismo y avistajes de la reserva natural Senderos del Monte. Ya sobre la costa, las playas de arena y arboledas del balneario Cerros Indios surgen como el sitio indicado para pescar, dar rienda a la afición por los deportes y disfrutar de un picnic. No conviene apurar el regreso, para no perderse el incomparable espectáculo del atardecer con vista al río. Después, el momento placentero se puede alargar en Pueblo Belgrano, en el cálido ambiente de un spa o una reposera extendida al borde de una piscina.
Cómo llegar. De Buenos Aires a Gualeguaychú son 239 kilómetros por ruta 9 (Panamericana ramal Escobar), Zárate-Brazo Largo, ruta 12 hasta Ceibas y ruta 14; dos peajes, $ 85.
Bus semicama Nuevo Expreso desde Retiro (3 hs. 30’), $ 330 ida; coche cama, $ 390.
Colectivo Santa Rita (línea 2) desde el centro de Gualeguaychú hasta Pueblo Belgrano, $ 10 ida.
Fuente Clarin.