En Río Negro, Las Grutas ofrece amplias playas de aguas cálidas. Del otro lado, la pintoresca El Bolsón y la gran clásica: Bariloche.
De las playas doradas a la ciudad más clásica de la Patagonia. Del Atlántico a la Cordillera de los Andes. Así es Río Negro: una provincia con opciones de las más variadas para disfrutar durante todo el año.
Protegido por acantilados, el balneario de Las Grutas ofrece amplias playas bañadas por aguas cálidas. Con una temperatura que oscila los 22 y 25 grados, el mar es ideal para los deportes náuticos como el buceo, el jet sky y el esquí acuático. Los fanáticos de la pesca no se verán defraudados, ya que encontrarán salmón, pejerrey y lenguado en abundancia.
En el golfo San Matías, estas cuevas socavadas por el mar en los acantilados constituyen la imagen que cautiva a los visitantes apenas arriban a Las Grutas. La gruta mayor consiste en dos grandes cavernas que se comunican entre sí. En cuanto a la movida nocturna, el casino y los pubs se suman a la tradicional Feria de Artesanos. A la altura de Viedma, en el corredor de playas que se prolonga 120 kilómetros hasta Punta Mejillón, El Cóndor es el balneario más concurrido. Cerca de allí, se encuentra el faro más antiguo de la Patagonia, de 1887. En la región hay reservas de lobos y elefantes marinos, y es abundante la pesca: a sólo 3 kilómetros de balneario tiene instalaciones para la práctica de pesca nocturna y embarcada.
A 28 kilómetros de Sierra Grande, Playas Doradas se destaca por su fina arena que refleja el sol y las aguas transparentes y calmas, donde se practican los deportes náuticos y la pesca de pejerrey, cazón y pulpo. Además, hay paseos en lancha y cabalgatas.
Del otro Lado
Del otro lado, cerca e la Cordillera, Río Negro tiene sus encantos más conocidos. A los pies de cerro Piltriquitrón se despliega El Bolsón, una de las poblaciones más pintorescas del sur. Cautiva por igual a campamentistas y gente que sueña con las delicias de una confortable cabaña de troncos. La céntrica plaza Pagano es escenario de una activavida cultural. Vale la pena descubrir el Bosque Tallado, una colección de esculturas realizadas sobre troncos caídos, en medio del bosque del cerro, a 1.400 metros de altura.
Y claro, la provincia no sería lo mismo sin Bariloche, uno de los destinos turísticos más importantes de la Patagonia. Todos lo saben: la ciudad ofrece un interminable show de paisajes difíciles de igualar. Vistas extraordinarias de lagos, ríos, montañas y bosques. Y una enorme provisíon de servicios y excursiones para quienes buscan aventura pero también confort. Para muchos, este clásico de la Patagonia andina es el lugar ideal para cambiar el estrés por el canto de una bandurria.